miércoles, 2 de diciembre de 2009

Divagación

El otro día descubrí que sólo hay dos cosas en esta vida que pueden desatar grandes catástrofes: una son los dioses y otra los gestos sinceros. También descubrí que una de estas dos cosas no existe, pero no tenía claro cual.

Decidido a descubrirlo, llamé a los grandes sabios de esta época y las anteriores. Algunos griegos me hablaban de los dioses y románticos franceses me hablaban de pasión y gestos sinceros en algo que creo que no era más que afectación y falsedad. Los rusos no sé lo que me decían, no entiendo su idioma; y los alemanes eran demasiado metafísicos para darme una respuesta contundente. A otros mi pregunta les pareció vana y el resto se fueron de fiesta.

Así, quedé yo todavía con la duda. ¿Qué resulta más improbable hoy en día: los dioses o los gestos sinceros?

Puedo afirmar que no he visto ningún dios pero, la evidencia de ver algo sincero tampoco la tengo. ¿Que si yo no soy sincero? Si te dijera que sí, cómo coño tendrías la seguridad de que es así. La verdad, no le veo salida.

No obstante, ya puestos a negar la existencia de algo que genere catástrofes... Prefiero negar los gestos sinceros, a esta hora me viene mucho mejor y no tenemos nada mejor que hacer.

Así que sí, follemos. Unámonos por puro placer enfermizo que ni busco ni deseo, pero al menos me distrae. ¿Y qué tal tu semana?

1 comentario:

  1. El orden de pensamientos según leía era este: interesante, gracioso, aham, se está colando de metafísico este, roflmao
    Ma encantao el final

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