lunes, 28 de septiembre de 2009

Jódete naturaleza

- ¿Has visto eso?
- ¿El qué?
- Eso.
- ¿Te refieres a Eso?
-
Exacto. ¿De dónde ha salido?
- No lo sé. Aun no sé de qué me estás hablando.
- Joder. Del castor.
- ¿El castor?
- Sí, coño. Ahí, en la máquina de escribir.
- Hostia. ¿Qué coño hace un castor escribiendo?
- Supongo que escribir sus memorias.
- ¿Y qué memorias tiene un castor? ¿Diques y dientes limpios?
- Pero este castor no es un castor cualquiera. Es un castor escritor.
- Bueno... Que esté en una máquina de escribir no significa que sea escritor. Quizás está redactando un documento oficial.
- Ya, pero hay símbolos inequívocos de que es escritor.
- ¿Como cuáles?
- El gran taco de papel escrito a su izquierda, las gafas medio caídas, la vista cansada, la postura encorvada, la montaña de cigarrillos consumidos en el cenicero, el vaso de whisky a medio beber... Además tengo un libro suyo. Sale en la contraportada.
- Ah. Pensaba que era por la camiseta.
- ¿Qué pasa con la camiseta?
- Que pone: "Sí, soy un castor de éxito: jódete naturaleza."
- Sí, también.
- ¿Y qué tal está su libro?
- Psché. No está mal. Muy de castor.
- ¿Pero cómo escribe un castor?
- Compacto, fangoso, con las letras muy juntas... Ya sabes. Y es resistente al agua.
- ¿El libro?
- Sí, exigencias del autor. Supongo que querría enseñárselo a su familia.
- Sí, es comprensible.
- Parece que tiene una buena vida.
- Sí. No se le ve con problemas.
- Es lo que conlleva el éxito: dinero, fama, mujeres... Además, con una actividad como esa, seguro que tienes tiempo de autoexplorarte a tí mismo.
- Sí... Me encantaría tener todo eso.
- Ya. Y a mí.
- Deberíamos tomar ejemplo de él.
- Estoy de acuerdo.
- ¿Crees que se me daría bien?
- ¿A tí? Seguro. ¿Y yo?
- Serías un genio.
- Guay. Pues intentémoslo.
- ¡Sí!
- ...
- ¿Dónde podemos hacernos castores?
- Ni idea.

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